Las siguientes tres publicaciones exploran el tema del alojamiento en la nube y los desafíos que enfrenta al proporcionar entornos de datos seguros para los consumidores empresariales. Además, analiza las medidas adoptadas para combatir estos desafíos, ya sean riesgos físicos para las plataformas de alojamiento o ciberdelincuencia.
La necesidad de datos seguros
Se puede decir que el concepto de seguridad en todos los aspectos de la informática se divide en dos áreas, la conservación de datos y el control de datos. La primera de estas preocupaciones es la capacidad de garantizar que los datos no se pierdan ni se corrompan, ya sean confidenciales (es decir, privados) o no. La preservación de datos puede ser esencial para las operaciones efectivas de un negocio, por ejemplo, para poder contactar a proveedores/clientes o monitorear y analizar el desempeño comercial (inteligencia comercial). En muchos casos, los organismos reguladores exigen a las empresas que conserven los datos durante períodos de tiempo para proporcionar pistas de auditoría sobre sus actividades y, cuando los datos se consideren personales, confidenciales o privados en relación con clientes, proveedores o empleados, las empresas también estarán obligadas por leyes de protección de datos para mantener esos datos.
El segundo problema se refiere al riesgo de que los datos confidenciales sean vistos por quienes no deberían tener acceso a ellos. Nuevamente, las leyes de protección de datos rigen a las empresas cuando se trata de obtener datos personales solo con el permiso de un individuo y luego garantizar que controlen quién tiene acceso, restringiendo el acceso injustificado. Además, sin embargo, las empresas invariablemente querrán mantener sus propias operaciones comerciales privadas también para evitar que los competidores obtengan una ventaja sobre ellas.
Toda la infraestructura de TI debe hacer frente a estos problemas de seguridad, ya sea informática de nivel personal o empresarial, y esto ha sido un desafío particular para la informática en la nube en general, incluido el alojamiento basado en la nube.
Las vulnerabilidades
En última instancia, los servicios de computación en la nube requieren redes de servidores físicos para crear el grupo de recursos informáticos desde el cual los clientes pueden acceder a su computación como servicio, lo que significa que todos los recursos de la nube siempre tienen algún tipo de ubicación física. Además, los servicios en la nube se basan en un punto en el que los usuarios finales pueden acceder a ellos, a menudo disponible públicamente en Internet y, por supuesto, en una red pública como Internet para transferir los datos utilizados por el servicio. Cada uno de estos tres elementos de un servicio de nube pública típico tiene sus propias vulnerabilidades en términos de protección y conservación de datos.
Seguridad física
En términos de la infraestructura física utilizada para construir un servicio en la nube, muchos de los desafíos de seguridad son los mismos que enfrenta cualquier otra plataforma de hospedaje. Para mantener los datos seguros, los proveedores primero deben mantener la infraestructura segura y en funcionamiento, y los centros de datos donde se alojan los servidores en la nube toman grandes medidas para estos fines. En términos de acceso, se aseguran de que las propias instalaciones estén protegidas contra personal no autorizado mediante el uso de herramientas como biometría, cámaras de seguridad, guardias y acceso limitado a conjuntos de servidores individuales. Esto no solo controla el riesgo de sabotaje intencional o piratería física, sino también el riesgo de daño accidental causado por un ingeniero que afecta a los servidores de otra organización, por ejemplo.
Además, los servidores y las infraestructuras de red están protegidos contra daños físicos mediante sistemas avanzados de protección contra incendios y controles ambientales, como la gestión de la temperatura. El control de la temperatura dentro de los centros de datos es uno de los principales gastos de un proveedor de centros de datos debido a la gran cantidad de calor que generan los servidores en funcionamiento. El objetivo del ejercicio es garantizar que los servidores puedan funcionar a sus temperaturas óptimas, pero si no se controla, el daño causado podría desconectar los servidores por completo. Los centros de datos emplean técnicas como unidades enfriadoras, ventilación y refrigeración por agua para mantener la temperatura regulada y los servidores funcionando sin problemas.
Los servidores en la nube y sus redes también se benefician de la experiencia general de los proveedores de centros de datos para mantener el hardware mantenido y actualizado, lo que garantiza que se reduzcan las posibilidades de otras fallas de hardware. Al igual que con las soluciones de alojamiento alternativas que ubican los servidores en los centros de datos, como la colocación, el alojamiento dedicado y los VPS (servidores privados virtuales), se puede acceder a esta experiencia a una fracción del costo que les costaría a las empresas implementar internamente.
Sin embargo, estas medidas de seguridad física son solo el primer paso. La segunda parte de esta publicación explora los esfuerzos realizados para mantener el software de alojamiento en la nube funcionando sin problemas y evitar que los datos caigan en manos equivocadas.
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